Las visitas que llevaba a cabo Eduardo a su medio hermano René en la Calle 13 cuando eran niños, fueron la razón para el nombre que posteriormente adoptaron para la agrupación.
Eduardo llegaba a verlo y para poder ingresar por el puesto de guardia, debía identificarse como el “visitante” que iba a ver al “residente”, nombres con los que más adelante lograrán una identificación muy particular para utilizarla luego como sus sobrenombres.
Ambos nacieron en Puerto Rico; René Pérez en Hato Rey, mientras que Eduardo Cabra lo hizo en Santurce, y ambos tuvieron una formación basada en el arte, ya que por un lado, Eduardo creció entre la música y melodías del piano que luego lo llevaron a estudiar en el Conservatorio de Música, y René se desarrolló en el gusto por escribir poesías, canciones y guiones para películas, llevándolo a convertirse en un excelente escritor.
Eduardo destacó con honores en la Escuela de Artes y aprendió a tocar el saxo, la flauta y el piano, para más adelante aprender por sus propios medios la guitarra. Posteriormente, su talento en la producción musical, así como en la ingeniería de sonido fueron las bases del estilo y sonido únicos de Calle 13, que se puso de manifiesto en el 2005 con temas como “Querido FBI”, “Se vale To-to” y “Atrévete”, el mismo que los impulsó a la fama.
Por su parte, René creció amando las telenovelas y la literatura gracias a la influencia de su madre que era actriz, y que veía en su hijo un talento que pronto daría mucho que hablar. Sin embargo, también se adoctrinó en la Escuela de Artes Plásticas y después estudió Animación en la Universidad de Savannah, en Georgia.
A finales del año 2005 ya tenían en el mercado su álbum llamado Calle 13, logrando con esta producción recibir tres nominaciones en los Grammy Latinos, para luego, en el 2007, y con una fama a cuestas lanzar “Residente o Visitante”, el segundo álbum que los consolidaba de manera definitiva en el mercado de la música urbana.
Ahora, en este 2008, su nuevo disco “Los de atrás vienen conmigo” tiene todos los ingredientes para convertirse nuevamente en la sensación del género.